Tenga cuidado con el “asesino silencioso”: la embolia pulmonar (EP)

Con el desarrollo de la medicina y la atención de las personas a la salud, muchas enfermedades pueden controlarse e incluso curarse de manera eficaz.Sin embargo, también hay casos en los que algunos pacientes que parecen estar en condición estable o que no tienen ningún motivo evidente de enfermedad mueren repentinamente.¿Cuál es la razón?

Además de los factores de riesgo como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, existe otro factor de riesgo llamado "embolia pulmonar", que la comunidad médica denomina "asesino silencioso".

La embolia pulmonar, junto con el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, es una de las tres principales enfermedades cardiovasculares mortales, con una elevada tasa de mortalidad y discapacidad.Además, su incidencia es generalmente repentina y oculta, lo que no es fácil de detectar.Los síntomas y signos clínicos también son falta de especificidad, lo que es fácil de diagnosticar erróneamente y pasar por alto, y los propios pacientes no lo saben ni le prestan atención.Por lo tanto, la embolia pulmonar es como un "asesino silencioso" que acecha silenciosamente a nuestro alrededor.

Sólo cuando nos conocemos a nosotros mismos y al enemigo podemos ser invencibles.Cómo prevenir y ahuyentar a este "asesino", primero comprendamos qué es la embolia pulmonar.

La embolia pulmonar es una serie de cambios fisiopatológicos que provocan disfunción respiratoria y circulatoria e incluso muerte súbita después de que un trombo en una vena profunda se desprende y llega a la arteria pulmonar con circulación sanguínea y bloquea la arteria pulmonar.Entre ellos, el encamado prolongado, los tumores, la obesidad, las enfermedades cardíacas y pulmonares, incluso las fracturas, los traumatismos, las cirugías y otros pacientes son factores de alto riesgo para la aparición de embolia pulmonar.Por lo tanto, los pacientes con diversas enfermedades e incluso las personas sanas deben prevenir la aparición de trombosis venosa.

Sus principales manifestaciones son:

Aparición repentina de tos, dolor en el pecho, opresión en el pecho, disnea, hemoptisis, síncope, fiebre, etc., de los cuales la disnea es la más común (80% - 90%), en su mayoría de aparición repentina o agravamiento repentino;También puede pasar de asintomático a disminución de la presión arterial o incluso muerte súbita;También hay algunos pacientes con hemoptisis y síncope como primeros síntomas.